LA PLAZA

Al rico calamar de la mar

A la plancha, guisado o relleno. Da igual cómo lo cocines, el calamar es un manjar. Un alimento bajo en grasas y calorías que gusta a todos, también a los niños.

 

El calamar es posiblemente uno de los alimentos más comunes que puedes encontrar en la pescadería de tu plaza de abasto de confianza. A los más peques de la casa les encanta y con ellos como ingredientes se diseñan platos de alto nivel gastronómico. Antes que nada, vamos a contarte algunas curiosidades sobre este molusco. ¿Sabías que existen al menos 300 especies de calamares en todo el mundo? Impresionante. Dicen que son unos animales listos y son todo un manjar para delfines, tiburones y hasta tortugas marinas. Su cuerpo tiene ocho brazos y dos fuertes tentáculos con ventosidades similares a la de los pulpos.

 

Si ya lo decía nuestra tía Francisquita: tú que eres de mar, ¿esto es pulpo o calamar?

 

Su tamaño varía mucho dentro de su edad y la especie a la que pertenezcan. Así, miden como poco cinco centímetros y como mucho 14 metros. Igual ocurre con su peso. Los más grandes son conocidos como calamar gigante y calamar colosal, este con unos ojos de 27 centímetros de diámetro y con un peso de 750 kilogramos. ¡Casi nada!

 

En España se suele pescar en dos temporadas. En el Cantábrico se pescan desde verano hasta septiembre. Sin embargo, en el Mar del Norte se capturan en otoño e invierno. Es tan común como fácil de confundir. Así, se puede distinguir el calamar o el chipirón –cuando es pequeño–, las potas y la sepia común, también llamada choco o chopito. Esta última se pesca sobre todo en primavera.

 

Es un alimento bajo en grasas y calorías. Por ejemplo, 100 gramos de calamar te aportan 1,70 gramos de grasa y no más de 80 kilocalorías. Está especialmente indicado para dietas cuando quieres bajar de peso. Además, regula el metabolismo de tu cuerpo gracias a su contenido en yodo y regula el colesterol.

 

No nos digas que no te ha entrado hambre después de leer tanto sobre calamares. Vamos al lío, preparemos una estupenda receta. ¿Manos limpias? ¿Delantal abrochado? Venga, comenzamos.

 

Calamares rellenos

 

Te queremos contar cómo hacemos nosotros unos riquísimos calamares rellenos. Un plato muy típico de Baleares, pero que se consume en toda España. Toma nota de lo que vas a necesitar. En principio son ingredientes básicos: unos dos o cuatro calamares por persona –según tamaño– con sus patitas, algo de caldo de pescado, laurel, sal, vinito blanco y un poco de ajo y cebolla. Luego te contamos cómo hacer algunos rellenos.

 

Empezamos. Limpia los calamares y rellénalos con lo que desees. No los rellenes demasiado, ya que en la cocción se ponen más pequeños, como dos tercios de la pieza. Cierra con un palillo y pincha la superficie para evitar que se rompan. Luego pásalos por harina y fríelos en un poquito en aceite. Así consigues que estén más tiernos. Soltarán algo de grasita al sacarlos. Ahí mismo sofríe la cebolla, el ajo y la hojita de laurel. Vuelve a meter dentro los calamares e introduce el vino blanco con la sal. Cuidado con cocerlos demasiado, quedarán duros. Con 10 o 15 minutos basta. ¡Sírvelos calentitos!

 

Para los rellenos te damos varias ideas. Un relleno común se elabora con las patas del calamar en crudo y carne picada de cerdo, mitad y mitad de cada cosa. Además de sal, pimienta y ajo y perejil bien picadito. Si lo prefieres, puedes optar por rellenarlos con las patas picadas y rehogadas en aceite con un pescado blanco como la merluza, o con unas gambitas junto al pan rallado, sal, ajo y perejil. Finalmente, también puedes hacer una mezcla con las patas picadas muy finas con cebollita y ajo, rehoga en aceite y añade huevo duro, perejil, pimienta, sal y pan rallado. ¡Qué ricos están todos!

 

Buen calamar, en todos los mares sabe nadar. A ver qué tal nada en tu plato. Ya sabes, tus alimentos ¡frescos y de temporada!