LA PLAZA

Añade a tus menús el delicioso cuscús

Si te gustan las recetas exóticas y alguna vez ha querido probar la comida árabe, nada mejor que un buen cuscús para degustar el sabor del norte de África.

El cuscús es un plato tradicional originario de África del norte, concretamente de la zona de Marruecos, Túnez y Argelia. Fueron los franceses los que llevaron a Europa en la época de Carlos X tras la conquista de Argelia. Hoy en día es consumido en gran parte del mundo como una de las recetas más emblemáticas de la cocina árabe. No obstante son muchos los que se equivocan llamando cuscús a la sémola de trigo hidratada, cuando realmente le da el nombre al guiso de esa sémola con diferentes ingredientes.

 

¿Sabías de dónde procede el nombre? La idea más extendida se refiere a un término beréber, “al kuskus”, que hace referencia a la cantidad de alimento que los pájaros recogen con su piquito, dándole forma de pequeñas bolas para alimentar a sus crías. Estos pequeños granitos que dan nombre al plato se consiguen tras moler la sémola de trigo sin llegar a convertirla en harina. La receta, llamada cuscús, cous-cous e incluso kuskusús, tiene muchas variantes.

 

Por ejemplo, en Argelia el cuscús se prepara con muchas legumbres, principalmente garbanzos y habas. En Túnez optan por el conejo o el carnero. Finalmente, en Marruecos es habitual elaborarlo con pollo o carnero junto a dos caldos, uno de ellos se utiliza para darle gusto al cuscús –con un poco de guindilla– y el otro para remojar la sémola. La receta marroquí se hace con una cocción muy lenta.

 

La sémola de trigo se puede preparar como si fuera pasta, hirviéndola en agua. No obstante, la forma tradicional indica que debe hacerse al vapor. Existen unos recipientes, denominados cuscuseras, de barro –por norma general– en los que se prepara. Las cuscuseras tienen tres partes. La primera de ellas sirve para introducir el agua o guisar la carne. La segunda se coloca en medio y tiene unos agujeritos para que pase el vapor, es ahí donde se coloca la sémola. La última parte es una tapa.

 

¿Sabías que el cuscús es muy saludable? Bueno, todo depende de con qué lo acompañes.

 

Por ejemplo, un cuscús a base de sémola de trigo y verduras será más saludable que otro con trozos de pollo frito como ingrediente estrella. Entendiendo el cuscús como la sémola de trigo hidratada, se trata de un alimento muy nutritivo. Rico en hidratos de carbono de lenta absorción –de los que no engordan–. Es decir, aporta energía al cuerpo lentamente. Tiene una gran cantidad de fibra para regular tu sistema digestivo y contiene muy pocas grasas. Es conocido por ser rico en ácidos grasos saludables como el oleico y el linoleico, que mantendrán sano tu corazón.

 

Ensalada de cuscús con verduritas

 

Se nos ocurre preparar un plato muy fresco y sabroso con cuscús como ingrediente protagonista: una ensalada de cuscús con verduritas. Fácil y muy resultona. Para su elaboración necesitas unos 250 gramos de sémola de trigo, un limón grande, medio pimiento verde y otro medio rojo, una cebolleta, una lata de maíz dulce, medio calabacín, media berenjena, aceite de oliva virgen extra, sal y comino molido.

 

Con estas cantidades te saldrá una ensalada para cuatro personas. Lo primero que tienes que hacer es preparar la sémola de trigo. Remójala con el zumo del limón y añade agua en la misma proporción junto a un poco de sal y comino. Si ves que te falta agua una vez hidratado, puedes rellenar. Aprovecha mientras tanto para hacer las verduras. Queda mejor si las picas muy finas. Saltéalas en una sartén con aceite caliente y déjalas al dente. Añade ahora el maíz –previamente escurre el líquido de la lata– y también la sémola inflada. Deja que la ensalada se enfríe un par de horas en la nevera y estará lista para servir. Como consejo, mejor sacarla un poco antes para tomarla a temperatura ambiente y apreciar mejor los sabores.

 

Al rico cuscús. Olvídate del tenedor, el cuchillo y la cuchara. Prepárate para compartir, que este plato se come con las manos y no es solo para ti.